martes, 16 de octubre de 2007

EL BIRMANO

Cuando nace un bebé Birmano su peso oscila entre los 90 y 100 gramos. De mayores tampoco puede decirse que sean gatos enormes. Las camadas de estos gatos no son muy numerosas, normalmente nacen 3 ó 5 gatitos. De todas maneras, las hembras birmanas son madres ejemplares y tienen mucha leche para amantar a sus crías quienes, aprovechando la circunstancia, destetan tardíamente.

El Birmano tiene un repertorio limitado de pelajes. Predomina el cebellino, después está el azul, el chocolate y los lilas.

También hay otros colores, pero se presentan con muy poca frecuencia. Da das las posibilidades genéticas de los padres, los gatitos de una misma camada pueden nacer de colores distintos, lo cual es un regalo para el criador.

Los colores del recién nacido no son puros del todo, pues varían con el desarrollo del animal. Así los bebes "cebellinos" nacen de color visón claro y lo mismo les ocurre a los azules, si bien en menor intensidad.

Es hacia los nueve días cuando la nariz y las almohadillas plantares empiezan a cambiar de color. Los gatitos lilas y los chocolates nacen todos blancos como los siameses y empiezan a adquirir color a partir de los ocho días. Los adultos tienen un pelo sedoso forrando a un cuerpo atlético, con menos tonos de contraste que el siamés y más oscuro en las extremidades. El color más destacado es el "cebellino" tirando a marrón cálido con claros. Pero también se presenta en colores tan refinados como: azul, chocolate, lila, rojizo, crema y, en menor medida, carey. Los ojos son dorados o amarillos. La morfología del Birmano está sometida a dos exigencias: la de los británicos, a los que le gusta un tipo sustancioso y triangular; y la americana, que prefiere formas más redondeadas y rechonchas en las que destaca un pequeño hocico corto. No obstante, la tendencia actual busca unir la belleza al tipo suavizo característico de los americanos.

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