jueves, 26 de julio de 2007

LOS JARDINES


Cada espacio del que disponemos para ubicar nuestras plantas, ya sea un patio, una terraza o un jardín, posee distintas características según sus zonas. Existen lugares donde los rayos de sol se posan el día entero, otros donde sólo permanecen unas horas, y algunos que pasan la jornada en sombra, con la consecuente retención de humedad del suelo. Por ello, es muy importante, a la hora de planificar el jardín, conocer las distintas necesidades de cada especie, para así, poder darles el entorno y los cuidados adecuados.
Una de las incógnitas que peor resolvemos en estos casos, es qué cultivar en las zonas más soleadas. A menudo pensamos en
crasas y aromáticas, que suponen una muy buena opción, pero el abanico es mucho más amplio y variado de lo que pensamos.
Plantas anuales que piden sol Son especies cuyo ciclo de vida dura un año; nacen, crecen, se reproducen y mueren en un espacio de tiempo de doce meses. Existen muchas variedades de esta familia a las que les gusta vivir bajo el sol:
Antirrhinum: se trata de una herbácea de pequeño tamaño, alcanza el medio metro de altura. Posee unas flores muy vistosas, normalmente de color rosáceo, que crecen en racimos. Florecerá en primavera, y hasta finales del verano. Una de sus variedades, antirrinhum majus, crece profusamente de manera salvaje en la Península Ibérica.
Caléndula: se trata de una planta medicinal que goza de hermosas flores anaranjadas. Necesita una tierra seca y pobre, y, sobre todo, una ubicación a pleno sol. Se reproduce por semillas muy fácilmente, y puede florecer en cualquier época del año.
Verbena: al igual que la caléndula, posee propiedades medicinales, aunque por sus flores, es muy apreciada como ornamental para el jardín. Florecerá desde la primavera hasta finales del verano, aunque a veces nos ofrece un segundo espectáculo en otoño. Le gusta el sol y las temperaturas cálidas, así como un suelo rico y bien drenado.

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